Visitar las salineras es impresionante: son cientos de “piscinas” blanquísimas sobre las que se puede caminar. Y en sus alrededores, todos los productos imaginables hechos con esta preciosa sal ¡hasta chocolates!
Maras también alberga el Complejo Arqueológico de Moray, donde andenes circulares o “muyus” se hunden en la tierra creando diferentes microclimas, en lo que parece haber sido un centro incaico de experimentación para la agricultura.